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Foto del escritorDiego Alvarez B.

Presencia y Gratitud: El Regalo Mindfulness de Esta Navidad

La Navidad como oportunidad para reconectar

La Navidad suele ser una mezcla de emociones: alegría, nostalgia y, muchas veces, estrés. Nos encontramos atrapados en listas interminables de compras, planes y la presión de crear la "Navidad perfecta". Sin embargo, en este frenesí, perdemos lo más valioso: el momento presente.

Este año, te invito a regalarte y regalar a los demás tu presencia plena y gratitud sincera. No hay mejor regalo que estar verdaderamente presente, con el corazón abierto y dispuesto a apreciar la belleza de lo simple. La práctica del mindfulness nos brinda las herramientas necesarias para lograrlo.

Una historia para reflexionar: El instante que lo cambió todo

Laura era una madre trabajadora que solía pasar las Navidades corriendo de un lado a otro. Entre las compras, la cocina y los invitados, las fiestas siempre terminaban siendo un borrón de agotamiento. "No me alcanza el tiempo", decía mientras intentaba complacer a todos.

Una Navidad, su hija pequeña, Sofía, le dijo:— Mamá, ¿puedes sentarte conmigo a ver las luces del árbol? Solo un ratito.

Laura dudó. Tenía aún la cena por preparar, pero algo en la mirada de su hija la hizo detenerse. Se sentó junto a ella en el sillón, y juntas observaron las luces parpadeantes. Por primera vez en años, Laura sintió una calma profunda. No había prisas, ni preocupaciones, solo el momento presente compartido con su hija.

Gracias, mamá, — susurró Sofía — por estar aquí.

Ese instante, simple y lleno de significado, le recordó a Laura que el mejor regalo que podemos ofrecer a los demás es nuestra presencia consciente y amorosa.


La magia de la presencia: ¿Por qué es tan difícil estar "aquí y ahora"?

Vivimos en una época de distracciones constantes. Nuestros pensamientos saltan entre el pasado y el futuro: preocupaciones por lo que no hicimos o ansiedad por lo que queda por hacer. Durante las fiestas, esto se intensifica aún más. Pero, ¿qué perdemos cuando no estamos presentes?

  • Nos perdemos momentos únicos que no volverán.

  • Desconectamos emocionalmente de quienes nos rodean.

  • Aumentamos nuestro estrés y agotamiento, pues nuestra mente está siempre en otro lugar.

La presencia consiste en parar, observar y conectar con lo que sucede aquí y ahora, sin juzgar ni resistir. Es un regalo para nosotros y para quienes nos rodean.


El poder de la gratitud: Una práctica que transforma vidas

La gratitud es el complemento perfecto de la presencia. Cuando estamos plenamente presentes, podemos apreciar las pequeñas cosas que solemos dar por sentadas:

  • El sonido de las risas en la cena.

  • El aroma de la comida casera.

  • La calidez de un abrazo.

Practicar la gratitud no significa ignorar las dificultades, sino aprender a enfocarnos en lo positivo, en lo que sí tenemos. Al hacerlo, transformamos la manera en que percibimos la vida.


Cómo incorporar mindfulness, presencia y gratitud esta Navidad


1. Haz una pausa antes de empezar el día

Dedica 5 minutos cada mañana para conectar contigo mismo. Cierra los ojos, respira profundamente y enfócate en el momento presente. Pregúntate:

  • ¿Qué es lo más importante para mí hoy?

  • ¿Cómo puedo disfrutar realmente este día?

Esta simple pausa te ayudará a enfrentar las fiestas con mayor calma y claridad.


2. Escucha activamente a tus seres queridos

Cuando alguien te hable durante las celebraciones, practica la escucha consciente:

  • Deja de lado el móvil y otras distracciones.

  • Mira a la persona a los ojos y presta atención a sus palabras.

  • Siente gratitud por poder compartir ese momento con ellos.

La escucha activa no solo mejora tus relaciones, sino que también fortalece la conexión emocional y crea recuerdos significativos.


3. Disfruta de los pequeños momentos

En lugar de preocuparte por lo que falta, enfócate en lo que ya está sucediendo:

  • Saborea cada bocado de la cena con atención plena.

  • Observa las luces navideñas y permite que te llenen de calma.

  • Siente la textura de los abrazos y el calor de estar acompañado.

Recuerda: la vida está compuesta de pequeños momentos presentes que, si los apreciamos, se convierten en lo más valioso.


4. Practica la gratitud al finalizar el día

Antes de dormir, reflexiona y escribe mentalmente o en un diario tres cosas por las que te sientas agradecido. Pueden ser:

  • Momentos compartidos con tus seres queridos.

  • La risa espontánea de alguien que amas.

  • Haber disfrutado la calma del día, aunque sea por un instante.

La práctica diaria de la gratitud tiene el poder de cambiar nuestra percepción y de hacernos valorar lo que realmente importa.


Conclusión: La presencia y la gratitud, un regalo invaluable

Esta Navidad, en lugar de correr detrás de la perfección o dejarnos consumir por el ajetreo, regalémonos el milagro de estar presentes. A través del mindfulness, podemos conectar con el aquí y el ahora, transformando cualquier momento en algo extraordinario.

Aprecia las risas, los abrazos y los momentos simples. Practica la gratitud por lo que tienes y comparte tu presencia consciente con quienes amas. Al final del día, descubrirás que no necesitas más que eso para tener una Navidad realmente especial.

Porque el mejor regalo no se compra: se vive.



Psi. Cl. Diego Álvarez B.

Master en Mindfulness y Terapias de 3ra. Generación

Especialista en Coach Ontológico

Facilitador de Mindfulness & Meditación


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